Todavía sigo impactado de como una simple fotografía, tenía encriptada información precisa de un futuro, que ya es pasado.
Argentina y Francia jugaron una épica final, la cual quedara grabada a fuego en todos aquellos que de una forma u otra la pudieron presenciar. Donde “Les Blus” impulsado por el espíritu africano vendió cara su derrota.
Ambos salieron a la cancha buscando su tercera estrella.
Lionel Scaloni saltó a la cancha con Dibu Martínez, Molina, Romero, Otamendi, Tagliafico, Di María, De Paul, Enzo Fernández, Mac Allister, Messi y Julián Álvarez
Mientras que Didier Deschamps lo hizo con Lloris, Konudé, Varane, Upamecano, Theo Hernández, Tchouaméni, Rabiot, Dembéle, Griezmann, Mbappé y Giroud
El partido comenzó con un dominio albiceleste, pero después del gol de penal de Messi a los 23’ y el gol del Ángel Di María a los 35’ el partido entro en una monotonía insoportable con una Argentina como amplio dominador y una Francia que deambulaba por la cancha donde las principales figuras de los Galos se olvidaron de asistir a la cita.
Entre los cambios que realizó Didier Deschamps, sumado los gemelos de Kylian Mbappé a los 80′ y 81′ de penal y remate cruzado respectivamente, el partido se subió a una montaña rusa de emociones.
Los argentinos confundidos e impactados por la situación, pasaron de ser amplios dominadores a dominados. Los Galos inflados de confianza y con Kylian Mbappé encendido, consientes que su oponente estaba drogi intentaron noquearlo varias veces, y en un descuido liberaron al genio, que si no hubiese sido por un enorme Lloris, los hubiese acabado.
El partido termina empatado, hay tiempo extra. En ese breve descanso, Argentina se libera del impacto emocional, y sale con otra semblanza para enfrenar los últimos 30’ y si es necesario la serie de penales.
A los 108’ y después de una hermosa jugada en colectivo, Leo Messi convierte el tercero, faltando tan poco para el final, la tercera prácticamente se acariciaba. Hasta que un porfiado Galo, faltando dos para los 120’, empata el partido a través de Kylian Mbappé cambiando penal por gol, apaciguando las ilusiones argentinas y elevando las Francesas.
A los 120+2 remate de Kolo Muani, paralizó el corazón de los Argentinos, que si no hubiese existido el reclamo oportuno de Diego a los dioses, del retaso de dos minutos del show de dibu, Francia hubiera sido el campeón.