MI CAPITÁN, YA NO SALIMOS A GANAR

MI CAPITÁN, YA NO SALIMOS A GANAR

En fondo no perdimos por Alonso, perdimos porque hace ya décadas que abandonamos nuestra identidad futbolística, tratando de imitar el juego de los europeos, de los brasileros y de los argentinos. Olvidándonos, el legado absolutamente triunfal de nuestra identidad futbolística, posiblemente por la fuerza del mercado. Nos han hecho creer el cuento de que ahora se juega otro futbol.  Que Brasil,  Argentina y  los europeos son superiores, porque tienen más plata, porque tienen más gente, porque tienen más…

Pero en tu tiempo, ya eran potencias del futbol, ya tenían más plata, ya tenían más gente, ya tenían más…, e igual éramos campeones.

Bajo la consigna que el resultado es lo más importante,  salir a no perder  se transformó en la norma. Y poco a poco nos acostumbramos a perder.

 Porque el que sale a no perder, gana partidos; pero el que sale a ganar, gana campeonatos.

Está claro que lo único que ha cambiado es nuestra perspectiva,  ahora nos sentimos inferiores, por eso salimos a no perder. Limitando nuestras capacidades y posibilidades, a través de los procesos de selección de jugadores que empieza en la infancia y termina en la primera división.

La concepción defensiva del juego, es producto de un proceso cultural impulsado por el cambio de perspectiva, y del cual Alonso está influenciado.

Podemos decir que el plateo de Alonso, fue uno con Godín en la cancha y otro con Godín en el banco; demostrando, a través de sus cambios, que en un planteo más ofensivo no era compatible con Godín titular.

  1. Contra Corea, entendió que con Godín en la cancha, el planteo ofensivo no podía venir desde la integración del equipo, por eso decide que ingrese Vecino en vez de G. De Arrascaeta o Nicolás de la Cruz.

Quedando el medio conformado por tres volantes;  2 de ellos con características muchos más asociadas a  la contención y  el equilibrio (Bentancur y Vecino) y el tercero (F. Valverde) con la ida y vuelta, pero ninguno de los tres tiene como característica principal  la creación, eso no quiere decir que no aporten en esa función.

Esa conformación del medio, sumado a la presión de Corea, obligó al repliegue de Valverde a las características de Vecino y Bentancur, quedando sin poder explotar su ida y vuelta.  Esto terminó afectado la conexión medio-ataque, con las consecuencias ya conocidas en los rendimientos de Suarez, D. Nuñez y Pellistri.

Ademas Nuñez, jugo fuera de puesto. Capaz que hubiese sido mejor que jugara por la punta F. Torres o A. Canobbio y decidirse por uno de los tres ( Suarez, Cavani o Nuñez) Pero dejar a Suarez y Cavani al mismo tiempo en el banco, es complejo.

Además, los cambios fueron tardíos.

  • Contra Portugal,  con Godín en la cancha  de vuelta elije a Vecino en vez de G. De Arrascaeta o Nicolás de la Cruz. sumándole la salida de Pellistri y Suarez por G. Varela y Cavani respectivamente, intentando que el equipo jugara 3-5-2

Pero, M. Olivera y G. Varela son  laterales no carrileros; por lo tanto, se terminaron replegando a la línea de tres. Si ademas tenemos en cuenta que era el mismo medio que jugo contra Corea; el 3-5-2 se termino transformando en 5-3-2.

Ese doble error, nuevamente limitó las posibilidades de Uruguay en el ataque, desaprovechando las posibilidades que Cavani y Nuñez podían brindar.

Tuvimos que esperar que Portugal nos convirtiera 54’ para empezar a darle al equipo una integración más ofensiva, marcada por la salida simultánea de Godín y Vecino, por G. De Arrascaeta y  Pellistri respectivamente.

  • Contra Ghana, la integración debía de ser ofensiva, por eso Godín se queda en la banca y Coates sale de titular. Al no estar Godín en la integración titular  Vecino se queda en la banca, ingresando G. De Arrascaeta buscando solucionar el problema de la creación y el acompañamiento a F. Valverde cuando pasa al ataque.

El ingreso de F. Pellistri le dio la llegada por afuera esperada, pues es puntero.

 Pero mantuvo el error de integrar el equipo con dos centros delanteros.

Todo lo demás ya es no tiene mucho sentido analizar. Espero que una vez por todas, entendamos,  que siempre debamos salir como lo hicimos contra Ghana sin importar el rival, para amortiguar la incidencia negativa de los “errores arbitrales”.

Esa concepción defensiva del juego, es claramente queda demostrada:

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